Arquitectos: Blancafort-Reus Arquitectura Ubicación: Escorial, 50, casa 6, 08024, Barcelona. España Año Proyecto: 2011 Fotografías: David Frutos
Área Proyecto: 425.65 m2 Colaboradores: Pepo Devesa Carrión, Arturo García Agüera, Tomás Larios Roca, Jose María Mateo Torres, Antonio J. Martínez Espinosa, Mario Méndez Cervantes Diseño De Interiores: Candy García Estructuras: Ginés Sabater Arquitecto Técnico: Octavio Artés Presupuesto: 355,000.00 €
Hace mucho tiempo, en un bello pueblo portugués, vimos una casa en cuyo umbral se leía, “mi sueño”.
Habrá algo más inspirador que el reto de hacer realidad un sueño.
Este proyecto busca cumplir con el anhelo compartido por tres hermanas. Un hogar integrado en el paisaje y la tradición de la zona, respetuoso con el medio ambiente y lleno de rincones donde disfrutar.
Por tanto este refugio se explica como tres unidades independientes, tres hermanas y sus familias, tres casas con buenas vistas y buena orientación pero también con cierta intimidad entre ellas. Tres viviendas juntas pero no revueltas, un campo, un patio común, un lugar donde caben todos los primos, un lugar donde caben todos los amigos.
Como objeto arquitectónico la vivienda trata de fundirse con el paisaje circundante, un valle de vides y olivos, haciendo patente con su geometría confusa y una materialidad expectante, una actitud más pendiente de los condicionantes contextuales que de sí misma. Una arquitectura desacomplejada que permanece a la espera de transformarse con el paso del tiempo, según el sol vaya volviendo grises sus fachadas y vayan apareciendo signos de unas vidas jubilosas. La construcción es sencilla, con materiales y técnicas de la zona y con un revestimiento englobador y característico de pino tratado al autoclave con certificado PEFC que garantiza que la materia prima utilizada proviene de una explotación forestal ecológica, económica y socialmente responsable.
En este sentido, también se emplean estrategias que adaptan la vivienda al entorno climático en el que se sitúa, proporcionando confort y eficacia energética. Se proyecta la dimensión de los huecos en función de la orientación de los mismos de modo que la superficie de éstos a Norte es de un 15%, a Oeste un 5%, a Este un 10% y a Sur, teniendo en cuenta la protección adecuada mediante porches, un 75%. Además se utilizan vidrios de baja emisividad y contraventanas al exterior que evitan de forma eficiente, las pérdidas de calor en invierno y la entrada de la radiación solar a la vivienda.
En este sentido y una vez analizado el microclima del lugar, con inviernos fríos y veranos calurosos (aunque por la noche descienda la temperatura aún en los días más cálidos), se opta por introducir y maximizar la ventilación cruzada con sistemas de estratificación que permiten una rápida disipación del calor. Por otro lado, se busca optimizar el aprovechamiento de la radiación solar durante el invierno para minimizar la climatización fundamentada en la biomasa, así que se apuesta por generar una volumetría compacta, con unos materiales de alta inercia térmica para el interior, suelos de hormigón y muros de termoarcilla, a lo que se suma la colocación de un aislamiento continuo por el exterior que evita los puentes térmicos. También se ha introducido un sistema de recogida del agua pluvial para su aprovechamiento en el riego de la plantación.
El empleo de la energía solar se maximiza ya que Murcia es una de las regiones con más horas de radiación de Europa. Las cubiertas inclinadas a sur sirven de plataforma para integrar las placas en el edificio. En conjunto esta arquitectura rural ha intentado recoger el saber ancestral y contemporaneizar las soluciones ofreciendo altas dosis de coherencia ética y estética para ofrece a Irene, Minuca y Mª Ángeles un lugar en el que disfrutar de la VIDA.